En España, las empresas que superan los 6 millones de euros de volumen de operaciones en un ejercicio fiscal pasan a tener un estatus tributario especial, con obligaciones fiscales más exigentes que las del resto de sociedades. Alcanzar este umbral no solo implica un mayor control por parte de la Agencia Tributaria, sino también la necesidad de adaptar la gestión contable, la planificación de pagos y los sistemas de facturación para cumplir con la normativa vigente.
En este artículo, desde RSBiz, te explicamos con detalle qué significa superar este nivel de facturación, cuáles son las principales obligaciones fiscales que se derivan de ello y qué medidas recomendamos para asegurar un cumplimiento eficiente y seguro.
¿Qué significa superar los 6 millones de euros de facturación?
El volumen de operaciones se refiere al importe total de ingresos que una empresa genera a partir de su actividad durante un ejercicio fiscal. Alcanzar o superar la cifra de 6 millones de euros implica que la sociedad pasa a ser considerada como una gran empresa a efectos fiscales, lo que conlleva una serie de obligaciones adicionales frente a la Agencia Tributaria.
Es importante destacar que esta calificación no depende de los beneficios obtenidos, sino únicamente del importe neto de la cifra de negocios (INCN). Esto significa que una empresa puede operar con márgenes reducidos o incluso registrar pérdidas, pero si supera este límite en facturación, estará obligada a cumplir con las normativas específicas que aplican a las grandes empresas.
Superar este umbral tiene implicaciones significativas en la gestión fiscal, contable y administrativa de la empresa. Afecta desde la frecuencia de presentación de impuestos hasta los sistemas de información contable que deben implementarse. Por ello, es crucial conocer en detalle estas obligaciones para anticiparse a los requerimientos legales y evitar posibles sanciones o problemas de cumplimiento.
A continuación, detallamos los principales puntos fiscales que deben tener en cuenta las sociedades que alcanzan este nivel de operaciones, explicando cómo afectan a la presentación de impuestos, al Suministro Inmediato de Información y a otros aspectos clave de la gestión tributaria.
1. Obligación de presentar impuestos de forma mensual
Cuando una empresa supera los 6 millones de euros de facturación, deja de estar sujeta a las presentaciones fiscales trimestrales habituales y pasa a presentar todas sus autoliquidaciones tributarias de manera mensual. Esta medida tiene como objetivo principal mejorar el control fiscal sobre las grandes empresas y asegurar que la Agencia Tributaria reciba información actualizada de manera continua.
Las obligaciones mensuales afectan a modelos clave como:
- IVA (Modelo 303): declaración y autoliquidación del Impuesto sobre el Valor Añadido, incluyendo las cuotas repercutidas y soportadas.
- IRPF de retenciones a trabajadores y profesionales (Modelos 111 y 115): retenciones sobre nóminas y alquileres, que deben ingresarse en la Hacienda pública de forma más frecuente.
- Pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades (Modelo 202): pagos a cuenta del impuesto sobre sociedades basados en los resultados contables del ejercicio en curso.
Ventaja adicional: devolución mensual del IVA
Las empresas que superan este umbral pueden optar por el sistema de devolución mensual del IVA mediante el REDEME (Registro de Devolución Mensual del IVA). Esto permite solicitar la devolución de las cuotas soportadas de manera más rápida y regular, lo que puede suponer una mejora considerable de la liquidez de la empresa.
Esta ventaja resulta especialmente relevante para sectores con altas inversiones en bienes de equipo, compras de materiales o servicios subcontratados, ya que permite recuperar el IVA soportado de manera más inmediata, evitando que permanezca bloqueado hasta la declaración anual o trimestral.
Además, esta obligación mensual requiere que la empresa mantenga una contabilidad actualizada y un control riguroso de las facturas emitidas y recibidas, ya que cualquier error o retraso puede derivar en sanciones o requerimientos por parte de la Agencia Tributaria. Por ello, es recomendable contar con sistemas contables adaptados y asesoramiento especializado para asegurar el cumplimiento de forma eficiente y sin riesgos.
2. Suministro Inmediato de Información (SII)
Una de las obligaciones más relevantes para las empresas que superan los 6 millones de euros de facturación es la incorporación al sistema SII (Suministro Inmediato de Información) de la Agencia Tributaria. Este sistema representa un cambio significativo respecto a la presentación tradicional de declaraciones, ya que requiere que la empresa remita información fiscal prácticamente en tiempo real.
El SII obliga a enviar de manera electrónica los siguientes registros:
- Facturas emitidas: todas las facturas generadas por la empresa hacia clientes, incluyendo detalles como importe, fecha y tipo de operación.
- Facturas recibidas: facturas de proveedores, con los mismos detalles necesarios para su contabilización y deducción de IVA.
- Bienes de inversión: adquisiciones que cumplan los requisitos de bienes de inversión, como maquinaria o equipos, con información relevante sobre amortización y deducciones.
- Operaciones intracomunitarias: compras y ventas realizadas dentro de la Unión Europea que estén sujetas a régimen de IVA intracomunitario.
Plazos de envío
El plazo general para remitir la información al SII es de 4 días hábiles desde la emisión o el registro de la factura. Este sistema agiliza la comunicación con la Agencia Tributaria y permite un control más cercano de la información fiscal, evitando retrasos o errores que puedan generar sanciones.
Objetivos y beneficios del SII
El SII fue diseñado para mejorar la eficiencia del control tributario y ofrecer ventajas tanto a la Agencia Tributaria como a las empresas:
- Aumentar el control tributario y reducir el fraude: al recibir la información de forma inmediata, la Agencia Tributaria puede detectar irregularidades con mayor rapidez y precisión.
- Facilitar el cumplimiento de obligaciones fiscales: la información enviada permite que las empresas tengan un registro actualizado de su IVA repercutido y soportado, simplificando la conciliación contable y la presentación de autoliquidaciones.
- Ofrecer borradores de IVA más precisos: la Agencia Tributaria puede generar borradores más ajustados a la realidad contable de la empresa, reduciendo errores y simplificando la presentación de declaraciones.
Además, la implantación del SII implica que las empresas deben contar con sistemas contables y de facturación adaptados, capaces de generar los registros exigidos y enviarlos dentro de los plazos establecidos. Esto requiere una mayor organización interna y planificación, pero a cambio permite tener un control más detallado de la información fiscal y mejorar la eficiencia en la gestión del IVA.
3. Pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades
Las grandes empresas no calculan sus pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades de la misma manera que las pymes. Este cambio se debe a la mayor complejidad y volumen de operaciones, lo que requiere un seguimiento más cercano del resultado contable de la empresa durante el ejercicio.
El cálculo de los pagos fraccionados está regulado en el artículo 40 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS), y contempla dos modalidades:
- Sistema de cuota íntegra ( 40.2 LIS): se basa en la cuota líquida del último impuesto presentado, aplicable principalmente a pequeñas y medianas empresas.
- Sistema de base del resultado contable ( 40.3 LIS): obligatorio para empresas que superan los 6 millones de euros de facturación, y se calcula sobre el resultado contable acumulado desde el inicio del ejercicio, ajustado fiscalmente según corresponda.
Consecuencia práctica
El sistema del art. 40.3 LIS suele ser más exigente, ya que obliga a la empresa a realizar pagos a cuenta sobre los beneficios actuales en lugar de basarse únicamente en los resultados del ejercicio anterior.
Esto tiene varias implicaciones:
- Mayor esfuerzo financiero: la empresa debe disponer de liquidez suficiente para cumplir con los pagos a cuenta, incluso si los beneficios no se han materializado completamente en efectivo.
- Planificación contable y fiscal más rigurosa: es necesario llevar un control preciso del resultado contable y los ajustes fiscales para evitar errores en los pagos fraccionados.
- Reducción del riesgo de sanciones: un cálculo correcto y puntual de los pagos fraccionados evita recargos, intereses y posibles inspecciones por parte de la Agencia Tributaria.
En la práctica, esto significa que las empresas deben anticiparse y planificar cuidadosamente sus flujos de tesorería, asegurando que los pagos a cuenta no afecten negativamente a su operativa diaria. Contar con un asesor fiscal especializado es clave para cumplir correctamente con esta obligación y optimizar la carga fiscal de la empresa.
4. Declaración de operaciones con terceros (Modelo 347)
Las empresas que están obligadas al Suministro Inmediato de Información (SII) quedan exentas de presentar el Modelo 347, que corresponde a la declaración anual de operaciones con terceros cuando estas superan los 3.005,06 euros por cliente o proveedor.
Esta exención se debe a que la Agencia Tributaria ya recibe la información de manera directa y casi inmediata a través del SII. En la práctica, esto simplifica la gestión administrativa de la empresa, reduce duplicidades en la presentación de datos y minimiza el riesgo de errores o discrepancias entre declaraciones.
A pesar de la exención, es recomendable mantener un control interno de las operaciones con terceros, ya que la información enviada a través del SII debe ser completa, veraz y coincidir con los registros contables de la empresa. Esto no solo asegura el cumplimiento fiscal, sino que también facilita auditorías internas o externas y proporciona una visión más clara de las relaciones comerciales con clientes y proveedores.
5. Establecimientos permanentes en Canarias, Ceuta y Melilla
Las obligaciones fiscales derivadas de superar los 6 millones de euros de facturación también se aplican a los establecimientos permanentes que una empresa pueda tener en territorios con un régimen fiscal especial, como Canarias, Ceuta o Melilla.
Aunque estos territorios cuentan con particularidades fiscales (por ejemplo, impuestos indirectos específicos como el IGIC en Canarias), las normas relacionadas con el SII, pagos fraccionados y obligaciones mensuales se mantienen vigentes.
Esto implica que las empresas deben asegurarse de que todas sus unidades y filiales, independientemente de su ubicación, cumplan con los requisitos establecidos para las grandes empresas. Además, es importante coordinar la contabilidad y los sistemas de información entre la matriz y los establecimientos permanentes para evitar errores y garantizar que toda la información se remita correctamente a la Agencia Tributaria.
En la práctica, esto refuerza la necesidad de contar con procedimientos internos sólidos y, en muchos casos, con el apoyo de asesores fiscales especializados que conozcan las particularidades de estos territorios y puedan asegurar un cumplimiento integral y coordinado.
Otros aspectos relevantes a tener en cuenta
Además de las obligaciones fiscales directas que hemos explicado, alcanzar la categoría de gran empresa puede tener implicaciones adicionales que conviene conocer y gestionar con antelación:
- Mayor control e inspección: la Agencia Tributaria presta una atención más exhaustiva a las empresas con facturación elevada. Esto significa que cualquier error o retraso en la presentación de impuestos puede derivar en requerimientos, sanciones o inspecciones más detalladas.
- Revisión de la planificación fiscal: es recomendable analizar de forma periódica las deducciones disponibles, las compensaciones de bases imponibles negativas y las estrategias de amortización. Esto permite optimizar la carga fiscal y asegurar que la empresa aproveche todas las ventajas legales posibles.
- Necesidad de recursos tecnológicos: la obligación del Suministro Inmediato de Información (SII) y la presentación mensual de impuestos requieren sistemas contables y de facturación adaptados que permitan remitir la información de manera puntual, precisa y automatizada. La falta de herramientas adecuadas puede generar errores y retrasos que afecten al cumplimiento fiscal.
- Mayor planificación de tesorería: debido a la obligación de realizar pagos fraccionados sobre resultados actuales, es fundamental prever los flujos de caja necesarios para atender los impuestos a cuenta sin comprometer la operativa diaria de la empresa.
Estas consideraciones muestran que, más allá del cumplimiento básico, las grandes empresas necesitan estructuras internas sólidas, planificación y asesoramiento especializado para gestionar su fiscalidad de manera eficiente y sin riesgos.
Recomendaciones para empresas que superan los 6 millones de euros
En RSBiz aconsejamos a todas las sociedades que estén cerca de este umbral de facturación que se preparen con tiempo suficiente para evitar sanciones o incumplimientos. Una planificación temprana permite:
- Anticipar el cierre del ejercicio y proyectar la facturación para determinar si se superará el límite.
- Revisar contabilidad y sistemas de facturación para cumplir con el SII y las obligaciones mensuales.
- Planificar la liquidez y prever los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades.
- Aprovechar la devolución mensual del IVA mediante el REDEME para mejorar la tesorería.
- Contar con asesoramiento experto para optimizar la carga fiscal y asegurar un cumplimiento integral de todas las obligaciones.
Una preparación adecuada no solo evita problemas con la Agencia Tributaria, sino que también permite que la empresa gestione sus recursos de manera más eficiente y se concentre en su crecimiento.
Conclusiones y recomendaciones para grandes empresas
Superar los 6 millones de euros de volumen de operaciones representa un cambio significativo en la gestión fiscal de cualquier empresa. Desde la obligación de declarar impuestos de forma mensual, pasando por la incorporación al Suministro Inmediato de Información (SII), hasta el nuevo cálculo de los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades, estas obligaciones requieren planificación anticipada, adaptación tecnológica y control interno riguroso.
En RSBiz estamos preparados para acompañar a las empresas durante todo este proceso, garantizando el cumplimiento de la normativa vigente y ayudando a optimizar la carga fiscal de manera eficiente. Contar con un asesor especializado desde el inicio permite detectar riesgos, planificar la tesorería y aprovechar las ventajas disponibles, como la devolución mensual del IVA.
Si consideras que tu empresa va a superar este umbral, te recomendamos ponerte en contacto con tu asesor fiscal antes de finalizar el ejercicio. Una correcta anticipación puede marcar la diferencia entre un cumplimiento tranquilo y ordenado o enfrentar riesgos innecesarios y sanciones.
¿Tu empresa se acerca a los 6 millones de facturación? En RSBiz podemos ayudarte a gestionar este cambio con seguridad y eficiencia. Contáctanos y un asesor especializado se pondrá en contacto contigo para guiarte paso a paso en todo el proceso.